Sunday, November 25, 2007

Dream to me

-Chungking Express-

Entonces, justo entonces, es uno de esos días en los que pendulas por tu propio pasillo y con la casa fría de invierno suenan tus pasos a que todo esta tranquilo pero demasiado quieto. Y te escribes en el primer papel que encuentras, por la parte de atrás de alguna carta de propaganda fallida, toda una lista de responsabilidades que dibujarán tu día tranquilo. Y te sigue pareciendo todo demasiado tranquilo. Y hace frío aunque lleves el poncho de lana morada del rastro y otras cuantas capas que te separan del mundo físico. Las yemas de los dedos parecen mojadas, pero no es agua, es tibieza.

Es entonces cuando todo se pasa de tranquilo, rompe el hilo y todo se escapa. Y necesitas buscar corriendo entre la montaña de cajas de plastico transparente el disco de los Cranberries, ese que no usas casi nunca pero que a veces necesitas para que, mientras con tus tibias yemas pulsas el play, suenen las primeras notas de "Dreams" urgentemente.
Entonces la guitarra puntea y después un timbre de voz con sus inflexiones te convierte en una japonesa ensimismada de pelo corto que trabaja en una tienda de takeaway sujetando un avión de juguete en casa agena con guantes de goma rosa frente a una pecera.

Y yo -mientras planeo con el avión en la mano con guantes de goma rosa de la imaginación, giro en tirabuzón, una barrena, 327 nubes- sonrío.